domingo, 20 de mayo de 2012

TRÁFICO DE PERSONAS

El tráfico de personas es uno de los más rentables del mundo, tras el de drogas y el de armas. También es el que más rápido está creciendo actualmente. Los beneficios se estiman por encima de los 10 billones de dólares al año.


La explotación sexual comercial infantil es la explotación por un adulto de un niño, niña o adolescente, menor de 18 años, acompañada del pago en efectivo o en especie al niño, niña o adolescente, o a un tercero o terceros. La OIT lo reconoce como una de las peores formas de trabajo infantil.

Según las estimaciones de la OIT, el número de niños explotados en el comercio del sexo o la pornografía en el año 2000 se elevaba a 1,8 millones. El informe Situación Mundial de la Infancia 2006 de UNICEF calculaba en 2 millones el número de niños que sufren este tipo de explotación en todo el mundo.

Estos niños sufren graves daños físicos y psicológicos. Además, cada día sufren una violencia física que les puede acarrear más lesiones. Embarazos no deseados, VIH, SIDA y enfermedades sexualmente transmisibles. Pierden la autoestima, sienten humillación, culpabilidad o tristeza, y pueden desarrollar problemas de comunicación verbal o escrita. Muchos mueren pocos años después, por enfermedades, por las malas condiciones o pueden ser asesinados por desobedecer.

Los que tienen la posibilidad de alejarse de esa explotación y retomar su vida, no lo tienen más sencillo. Viven con miedo a represalias y pueden sufrir traumas adicionales, como consecuencia de la estigmatización social, la marginalización e incluso el rechazo por parte de sus propias familias y comunidades.

 Yorchi Hong Nhea, de 25 años, trabaja en el burdel del hombre de la fotografía (Camboya). Isabel Muñoz. 

AFESIP Camboya trabaja desde 1996 para luchar contra la explotación sexual de mujeres y niños. Ha rescatado a más de 450 chicas. En este país por lo menos una de cada cuarenta niñas será traficada. El País publicó un escalofriante pero magnífico artículo sobre la situación en Camboya, y en el que también se habla de AFESIP y de la activista Somaly Mam.

Pero no son solo niños y niñas, también hay mujeres que son engañadas y coaccionadas para que se prostituyan. Cada una de estas mujeres puede ser tu hermana, tu mejor amiga o tu hija. O como muestra el siguiente vídeo, puedes ser tu misma.

  

Estas mujeres viven con miedo, angustia, dolor y asco. Asco hacia los que les están haciendo eso y hacia su misma persona.

  

¿Cómo se convierten estas personas en víctimas del tráfico humano? Puede que un supuesto novio o una supuesta amistad las engañe, alguien que se gana su confianza. "En Camboya, en más de la mitad de los casos de estas víctimas menores de la industria del sexo, la persona que las convenció o vendió era alguien a quien conocían, apunta Unicef.

 


Pero también hay otras formas de esclavitud que roban la infancia a los más indefensos. Quiero terminar mi entrada con la frase con la que comienza el documental Esclavos Invisibles:  

La trata de personas es la esclavitud del siglo XXI y los jóvenes son sus principales víctimas. En Latinoamérica millones de niños y jóvenes buscan una oportunidad, trabajo, comida, amor, aquello que la vida les negó. Aprovechando esas necesidades, muchos son engañados o forzados por delincuentes que los convierten en esclavos, en talleres, en los campos, en la calle y prostíbulos. ¿Vamos a quedarnos sin hacer nada?

 

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